Los puzzles infantiles son un juego habitual desde que son
bebés, con sencillas piezas encajables. Ya se sabía de los beneficios de este
juego para el desarrollo de los niños, y recientemente investigadores
estadounidenses han publicado un estudio que demuestra que los niños que
dedican tiempo a los rompecabezas tienen más habilidades espaciales que los que
se entretienen con otros juegos.
De modo que los puzzles constituyen una manera sencilla de
potenciar el desarrollo de un aspecto de la cognición que implica mayores
habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
La autora principal del estudio, del Departamento de
Psicología de la Universidad de Chicago, reconoce que una de las “implicaciones
más importantes de la investigación es que constata que las habilidades
espaciales son ‘moldeables’ y los padres pueden potenciar su desarrollo si
juegan con sus hijos”.
La inteligencia visoespacial (habilidad de pensar y percibir
el mundo en imágenes) se da en personas con gran capacidad para pensar en tres
dimensiones. Además, permite percibir imágenes externas, recrearlas,
transformarlas… Se relaciona también con la sensibilidad de un individuo frente
a las figuras, formas, líneas…
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